Los humanistas hacemos propia las exigencias del pueblo egipcio de establecer un gobierno democrático y de liberarse de la opresión.
Unimos nuestras voces a su clamor y exigimos:
- La renuncia inmediata del dictador Hosni Mubarak
- El levantamiento inmediato del toque de queda
- El restablecimiento de las comunicaciones y el fin de la censura.
- El llamado a elecciones y el respeto y cumplimiento de la voluntad popular
Toda injusticia no nos es ajena, sea cual fuere el lugar donde se desarrolle. Los acontecimientos demuestran que no existen lugares aislados en el mundo de hoy.
Reconocemos en la actitud del pueblo egipcio el espíritu humano sin límites que impulsa y contagia mas allá de fronteras, gobiernos y culturas la aspiración de superar el dolor y el sufrimiento y avanzar hacia una Nación Humana Universal.
Esta situación límite a la que se ha llegado desnuda la indiferencia mundial de gobiernos, organismos internacionales y medios de comunicación hacia la opresión histórica en Egipto y otros países del mundo.
Los humanistas consagramos la resistencia justa contra toda forma de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.