23 mar 2010

Mundo sin Guerras y el Tratado de No Proliferación Nuclear

Denunciamos el fracaso del TNP en influir sobre el desarme en los últimos años y la hipocresía de las potencias nucleares que, en lugar de avanzar hacia la eliminación total de armas nucleares tal como se indica en el Tratado, lo han estado utilizando para mantener a todos los demás países fuera de su club de privilegiados, incluyendo su condición de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Información General

Hoy hay aproximadamente 23.000 armas nucleares en el mundo (principalmente en EEUU y Rusia); muchas de ellas están instaladas en misiles que pueden ser lanzados en pocos minutos. Algunas armas tácticas han sido colocadas en el territorio de otros países, tales como los B-61 norteamericanos desplegados en cinco países de la OTAN: Bélgica (20 bombas en la base aérea de Kleine Brogel), Alemania (20 bombas en la base aérea de Büchel), Italia (50 bombas en la base aérea de Aviano), los Países Bajos (20 bombas en la base aérea de Volkel), y Turquía (90 bombas en la base aérea de Incirlik). Hoy existen no solo misiles intercontinentales capaces de llevar su destrucción a cualquier parte de la tierra, sino que también se usan armas eufemísticamente denominadas de Uranio “empobrecido” que llevan la contaminación radioactiva al campo de batalla “convencional”.

A esto se suman la bomba de neutrones de altísima capacidad de aniquilación para seres vivos pero poco daño a edificios, la amenaza de bombas nucleares de tamaño reducido, que caben en un maletín o mochila, la “bomba sucia” (que simplemente expande radioactividad en una amplia zona urbana), la bomba de Arco Iris (de Pulso Magnético) que al detonar un dispositivo nuclear a gran altura destruye total o parcialmente equipamiento eléctrico y electrónico causando un completo caos civil durante un periodo de tiempo indefinido, y cuyo uso se hace cada vez más factible por la militarización del espacio con el “Escudo” Estelar de los EE.UU.

En esta situación amenazante, sin embargo, hay algunos elementos positivos: existen ya zonas libres de armas nucleares en muchos lugares del mundo (Suramérica, Pacifico Sur, Sudeste Asiático, África, Asia Central, Antártica). Países tales como Mongolia, Nueva Zelanda y Austria se han declarado zonas libres de armas nucleares y mas de 100 estados han renunciado a las armas nucleares. Diferentes posiciones sobre las armas nucleares En 1996 la Corte Internacional de Justicia respondió a un pedido de la ONU de evaluar si las Armas Nucleares son ilegales concluyendo que no hay convenios internacionales que las puedan declarar ilegales per se, pero hay convenios en cuanto a reglas humanitarias en conflicto armado, que prohíben las armas que se dirigen preferentemente a la población civil (o que no pueden diferenciar blancos militares de población civil), y que las armas nucleares entran en esta categoría, ya sea en cuanto a su uso o amenaza de uso. Sin embargo no se expidió sobre su uso en caso de defensa propia cuando peligra el Estado.

Con la revisión de su postura nuclear en 2002, la administración de Bush declaró que el compromiso de no utilizar bombas nucleares en primer lugar no existe más y las clasificó como “armas ofensivas” que se podrían utilizar de forma preventiva. En el 2006 el presidente francés J Chirac no excluyó la posibilidad de utilizar armas nucleares contra estados que quisieran atacar a Francia con acciones terroristas.

La teoría de la disuasión nuclear se cita generalmente como la justificación final para conservar las armas nucleares y ha sido utilizada por las naciones nucleares para desalentar a otras de adquirir sus propios arsenales. Pero si la amenaza más grande está representada por extremistas armados con armas de destrucción masiva, la disuasión nuclear no funcionaría contra ellas. La seguridad no puede ser obtenida a costa de amenazar la seguridad de otros.

La disuasión nuclear amenaza directamente la seguridad de los que dependen de ella y la de aquellos a los que intenta disuadir. Las armas nucleares son de hecho un problema de seguridad, no una solución. Desde 1956 unas 70 armas nucleares han sido perdidas en 9 incidentes[1]. Entre 2005 y 2007 250 casos de robo, pérdida y tráfico ilegal de material radioactivo (algunos de grado para armas) fueron denunciados a la Agencia Internacional de Energía Atómica[2], creando la fuerte sospecha que en un futuro próximo podría ser utilizado por grupos terroristas. En 2006 el Presidente de la Comisión de Armas de Destrucción Masiva de la ONU, Hans Blix, presentó al Secretario General de Naciones Unidas, un informe con 60 recomendaciones para acelerar la eliminación de las "armas del terror" en el mundo.

"Las armas nucleares deben ser declaradas ilegales por el derecho internacional del mismo modo que lo fueron las biológicas y las químicas", ya que son todas armas de terror que pueden "matar a miles de personas en un sólo ataque" y cuyos efectos "persisten en el medio ambiente y en el cuerpo de las víctimas, a veces indefinidamente".

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